La magia de “El Mago de Oz” se tiñe de tristeza: todos los actores de la icónica película de 1939 han fallecido, y sus historias son un recordatorio conmovedor del paso del tiempo. Desde Judy Garland, quien deslumbró como Dorothy Gail, hasta los entrañables personajes que poblaron la tierra de Oz, sus vidas han estado marcadas por el brillo y la tragedia.
Judy Garland, que cautivó al mundo con su interpretación de la valiente niña en busca de su hogar, murió a los 47 años por una sobredosis accidental en 1969. Frank Morgan, el carismático Mago de Oz, dejó este mundo a los 59 años tras un ataque al corazón en 1949. Jack Haley, quien dio vida al Hombre de Hojalata, falleció a los 81 años, también por problemas cardíacos. Cada uno de estos actores, desde el espantapájaros Ray Bolger hasta la malvada bruja Margaret Hamilton, vivió una vida llena de altibajos, pero todos comparten un destino trágico.
La lista es larga y dolorosa: Billy Burke, Bert Lahr, Charlie Grapewin, y muchos más, todos dejaron su huella en la historia del cine, pero también enfrentaron la adversidad en sus vidas personales. Estos artistas no solo fueron parte de una película, sino que construyeron una parte de nuestra cultura, trayendo alegría y magia a generaciones.
A medida que recordamos a estos talentosos intérpretes, la pregunta persiste: ¿qué legado dejan atrás? La nostalgia por “El Mago de Oz” se siente más profunda, y el eco de sus actuaciones resuena en nuestros corazones. La tristeza de sus muertes nos recuerda la fragilidad de la vida y la importancia de celebrar cada momento.
Hoy, el telón se cierra para una era, pero su magia nunca se desvanecerá. La historia de “El Mago de Oz” vive en cada uno de nosotros, un testimonio de la grandeza del cine y el poder de la memoria.