Guillermo Franco, jefe de gabinete, rompió el silencio tras la controvertida votación en la Cámara de Diputados que se llevó a cabo ayer, donde se rechazaron varias iniciativas del kirchnerismo. En una entrevista explosiva, Franco advirtió que las elecciones están a la vuelta de la esquina y que el clima político se intensifica. “Esto es un acto de desesperación”, afirmó, refiriéndose a los intentos de la oposición por implementar leyes que, según él, carecen de financiamiento y solo aumentan la ya elevada deuda pública de Argentina.
Franco destacó que, desde que Javier Milei asumió la presidencia, la deuda pública ha disminuido en 34 mil millones de dólares, pero advirtió que las decisiones irresponsables del pasado han llevado al país a una situación crítica. “No vamos a hacer lo mismo que hicieron ellos”, enfatizó, prometiendo vetar cualquier gasto sin recursos. La tensión se siente en el aire, ya que el gobierno se prepara para enfrentar un Congreso dividido y una oposición que busca recuperar terreno.
El jefe de gabinete también hizo hincapié en la importancia de mantener un superávit fiscal y controlar la inflación, a pesar de las presiones políticas que se intensifican a medida que se acercan las elecciones. “Los actores económicos están atentos a lo que sucede en el Congreso”, advirtió, sugiriendo que la incertidumbre podría aumentar el riesgo país y encarecer el crédito para los empresarios argentinos.
Franco concluyó con un mensaje claro: el camino hacia el cambio es difícil, pero necesario. “Si el pueblo apoya nuestras políticas, podremos avanzar en las reformas que Argentina necesita”, declaró, dejando claro que la lucha por el futuro del país apenas comienza. La batalla política está en su punto más álgido, y todos los ojos están puestos en las decisiones que se tomen en las próximas semanas.