“¡Ayúdenme, me van a matar!” Nadie la escuchó… y el ASESlNO que vivía enfrente la ACECH0

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¡Ayúdenme, me van a matar! Este desgarrador grito resonó en un edificio de Azcapotzalco, donde Rosa María Bello García, una mujer de 52 años, fue brutalmente asesinada el 11 de junio de 2022. Sus hermanos, Luz y Juan Bello, encontraron su cuerpo en un charco de sangre, una escena que jamás hubieran imaginado presenciar. Rosa, una maestra y abogada respetada, había vivido sola en su departamento durante casi dos décadas, disfrutando de una vida plena y activa. Sin embargo, un asesino, que vivía justo enfrente, acechaba su independencia y fortaleza.

La tragedia se desencadenó cuando Rosa pidió un Uber para una cita médica, pero nunca llegó a su destino. Sus familiares comenzaron a preocuparse al no recibir noticias, y al llegar a su departamento, se encontraron con el horror: su hermana yacía sin vida, estrangulada y golpeada. A pesar de que varios vecinos escucharon sus gritos de auxilio, nadie se atrevió a intervenir ni a llamar a las autoridades.

La investigación reveló que el asesino, un hombre de 50 años con antecedentes de adicción a las drogas, había estado viviendo en el edificio solo unos meses antes del crimen. Su ADN fue encontrado en la ropa de Rosa, y aunque fue arrestado, el proceso judicial sigue en curso. La familia ha enfrentado una lucha constante contra la indiferencia de las autoridades, que han mostrado negligencia en el caso.

Luz y Juan, devastados pero decididos, continúan exigiendo justicia, no solo por su hermana, sino por todas las mujeres que han sido víctimas de feminicidio en un país donde la violencia de género sigue en aumento. La lucha por la verdad y la justicia para Rosa María es un recordatorio escalofriante de la fragilidad de la vida y de la necesidad urgente de cambiar la cultura que permite que estos crímenes continúen.