**Título: EE. UU. Responde Tras el Ataque de 40 Misiles Chinos a Guam – EL GRAN ERROR DE CHINA**

En un giro dramático de los acontecimientos, Estados Unidos ha lanzado una feroz contraofensiva tras el audaz ataque de más de 40 misiles hipersónicos chinos dirigidos a Guam, un bastión clave de la defensa americana en el Pacífico. La madrugada del 11 de junio de 2025, un grupo de ataque naval chino, liderado por el portaaviones Shandong, se acercó a la base aérea de Anderson, desatando una serie de eventos que cambiarían el equilibrio de poder en la región.

Con más de 1,800 hombres a bordo y una flota de cazas y destructores, China pretendía demostrar su capacidad para atacar directamente a Estados Unidos, buscando recuperar el honor perdido tras devastadores ataques estadounidenses meses atrás. Sin embargo, lo que se desató fue un choque titánico de tecnología militar y estrategia. A medida que los misiles se acercaban a Guam, la red de defensa estadounidense se activó con precisión implacable. Los sistemas de defensa interceptaron la mayoría de los proyectiles, convirtiendo un ataque inminente en un desastre para el ejército chino.

En menos de 30 minutos, la respuesta de Estados Unidos fue devastadora. Submarinos nucleares lanzaron misiles Tomahawk que impactaron en el Shandong y sus destructores de escolta, mientras cazas avanzados FA-18 y F-35 se unieron al ataque. Las llamas y el caos se apoderaron del portaaviones chino, que pronto se convirtió en un símbolo de la humillación de Beijing. Más de 1,500 marineros y pilotos se encontraban muertos o desaparecidos, y la narrativa de una marina poderosa quedó hecha añicos.

Este episodio no solo marca una derrota militar, sino un golpe devastador a la reputación de China en el ámbito internacional. Las imágenes de la flota china en llamas han recorrido el mundo, enviando un mensaje claro: desafiar el poder estadounidense trae consigo consecuencias catastróficas. A medida que el humo se disipa sobre las aguas del Pacífico, queda una lección grabada: la seguridad de Estados Unidos no es solo un lema, sino un escudo letal para sus aliados.