La policía ha roto el silencio sobre las trágicas muertes de Jean Hackman y su esposa Betsy Arakawa, revelando un descubrimiento impactante que ha cambiado por completo la narrativa en torno a este caso. Lo que inicialmente se consideraba un triste desenlace por causas naturales ha tomado un giro inesperado, tras el hallazgo de nueva evidencia clave.
Los cuerpos de Hackman, de 95 años, y Betsy, de 65, fueron encontrados en su hogar en Santa Fe, Nuevo México, el 26 de febrero de 2025, después de que un empleado de mantenimiento alertara a las autoridades por la falta de respuesta de la pareja. Al llegar, la policía encontró a Jean cerca de la cocina y a Betsy en el baño, rodeada de frascos de medicamentos. La escena también reveló la muerte de uno de sus perros, lo que aumentó las preguntas sobre las circunstancias de su fallecimiento.
La autopsia de Betsy determinó que había muerto por el síndrome pulmonar por hantavirus, una infección rara transmitida por roedores. Las investigaciones mostraron signos de actividad de roedores en la propiedad, lo que llevó a las autoridades a considerar el riesgo de contaminación. Por su parte, Hackman padecía problemas cardíacos y Alzheimer avanzado, lo que complicó su situación. Los datos médicos sugieren que él falleció días después de Betsy, posiblemente sin haber podido reaccionar adecuadamente ante la muerte de su esposa.
La policía ha concluido que no hubo señales de violencia ni crimen, y que se trató de muertes por causas naturales en circunstancias trágicas. Este desenlace ha suscitado un renovado interés en la importancia de medidas preventivas contra infecciones raras y ha generado conversaciones sobre los desafíos que enfrentan los adultos mayores con enfermedades degenerativas, especialmente aquellos que viven solos.
La comunidad de Santa Fe ha lamentado profundamente la pérdida de esta pareja, recordándolos no solo por sus contribuciones artísticas, sino también por su presencia amable y discreta en la región. La investigación, realizada con rigor y transparencia, ha permitido que amigos y admiradores honren el legado dejado por Jean Hackman y Betsy Arakawa.