La vida amorosa de Bullock ha estado llena de altibajos. Su relación con Jessie James, un presentador de televisión con una imagen de chico malo, comenzó de manera inesperada en 2005. Aunque al principio su matrimonio parecía prometedor, la infidelidad de James, descubierta solo dos semanas después de que Bullock ganara un Óscar, llevó a la actriz a tomar la valiente decisión de divorciarse. A pesar de las humillaciones públicas, Sandra se centró en su papel como madre, adoptando a su hijo Louis, quien se convirtió en su mayor fuente de alegría y fortaleza.