En un giro trágico y repentino, el renombrado artista dominicano Ruby Pérez, conocido como el eterno caballero del merengue, murió el 9 de abril de 2025 tras un colapso devastador en la discoteca Jets de Santo Domingo durante un evento inaugural que prometía ser histórico. Ante más de 300 invitados, Ruby, con su característico porte y elegancia, se preparaba para interpretar su emblemática canción “Volveré” cuando un crujido seco interrumpió la celebración y, casi instantáneamente, parte del techo se desplomó, causando caos y desesperación.
Los testimonios de los sobrevivientes describen una escena aterradora; gritos de pánico, polvo y escombros por doquier dificultaron la evacuación. La confusión llevó a que muchos quedaran atrapados, y los equipos de rescate enfrentaron una situación crítica, llegando al lugar 12 minutos después del colapso. Ruby fue encontrado bajo los escombros, con múltiples lesiones, y aunque fue trasladado de urgencia al hospital, no sobrevivió a las graves heridas.
La noticia de su muerte resonó en todo el país, desatando un luto nacional y una ola de tributos a su legado musical. El presidente de la República Dominicana proclamó tres días de duelo, reflejando el profundo impacto cultural que dejó Ruby Pérez. La investigación sobre las causas del colapso se ha intensificado, revelando irregularidades en la remodelación del local que podrían haber contribuido a este desastre.
Los cargos ya están en marcha contra el propietario del local y otros involucrados, lo que ha generado un clamor por justicia y responsabilidad. La muerte de Ruby no solo marca el fin de una era en la música dominicana, sino que también destapa un entramado de negligencia e irresponsabilidad que exigirá respuestas. Su legado, sin embargo, perdurará, no solo en sus canciones, sino en la lucha por un entorno más seguro para todos los artistas.