Lorne Greene, el icónico patriarca de “Bonanza”, ha fallecido a los 72 años, dejando un legado que trasciende la pantalla. Su deceso, ocurrido el 11 de septiembre de 1987 en Santa Mónica, California, fue resultado de complicaciones tras una cirugía por una úlcera perforada. La noticia ha sacudido a sus fanáticos y al mundo del entretenimiento, que aún recuerda su poderosa voz y su inconfundible presencia.
En un giro conmovedor, se ha revelado que, antes de su muerte, Greene confesó detalles asombrosos sobre su vida y su carrera. Desde su infancia como hijo único de inmigrantes judíos rusos en Ottawa hasta su decisión de abandonar la ingeniería química para seguir su verdadera pasión, la actuación, su historia es una mezcla de lucha y triunfo. Pocos sabían que su interpretación de Ben Cartwright se basó en la relación con su propio padre, lo que añadió una capa de autenticidad a su personaje.
El funeral de Greene no solo fue un homenaje a su vida, sino también un reflejo del impacto que tuvo en millones. La ceremonia, llena de momentos emotivos, mostró la profunda conexión que el actor mantenía con su público. Su familia y amigos se unieron para recordar al hombre que se convirtió en un símbolo de la televisión estadounidense.
A lo largo de su carrera, Greene no solo brilló en “Bonanza”, sino que también dejó huella en “Battlestar Galáctica” y en múltiples proyectos de teatro y radio. Su voz resonaba con calidez y autoridad, convirtiéndolo en un querido portavoz y figura pública. La industria del entretenimiento llora su partida, pero su legado perdurará por generaciones.
El mundo dice adiós a un gigante, un verdadero ícono cuya historia nos recuerda que detrás de cada personaje hay una vida real llena de decisiones valientes y sacrificios. Descanse en paz, Lorne Greene, siempre serás recordado como nuestro querido Ben Cartwright.