**La Herencia de Rubby Pérez Desata un Torbellino de Conflictos Familiares**
El trágico fallecimiento de Rubby Pérez ha desencadenado una tormenta mediática que ha expuesto secretos familiares devastadores y conflictos por su herencia. A tan solo una semana de su muerte, su hija mayor, Sulinka Pérez, rompió el silencio, acusando a una “muchacha inmadura” de causar un daño irreparable a su familia, mientras revelaba que su padre tenía siete hijos, cuatro de ellos reconocidos oficialmente, y otros tres de relaciones extramatrimoniales.
La presencia de Ana Beatriz, una de las hijas no reconocidas, en el velorio de Rubby, ha intensificado las tensiones familiares. Sulinka, visiblemente afectada, denunció que su madre, doña Inés Lizardo, fue ignorada mientras otras mujeres reclamaban su espacio. A esto se suma un posible testamento no oficial que podría favorecer a Ana Beatriz, lo que ha transformado el duelo en un conflicto legal implacable.
Mientras la familia intenta navegar por este caos, Sulinka ha decidido demandar al propietario del Jetset, Antonio Spayat, por negligencia tras el colapso de la discoteca que dejó a su padre muerto. Las revelaciones sobre fallas estructurales previas han conmocionado al país, y la opinión pública se ha volcado hacia la búsqueda de justicia.
Las redes sociales han encendido el debate, con el hashtag #JusticiaParaRubby en tendencia. Exmúsicos y amigos del artista han comenzado a hablar, revelando que las decisiones de Rubby estaban influenciadas por relaciones personales, lo que ha generado aún más controversia.
Sulinka reafirma su compromiso de proteger el legado de su padre, enfrentándose a quienes buscan reclamar un pedazo de su nombre sin haber estado presentes en sus momentos más difíciles. “No permitiré que lo usen como botín”, declaró con determinación.
La historia de Rubby Pérez, más que un simple conflicto por herencia, se ha convertido en una lucha por la verdad y la justicia, y el eco de su voz sigue resonando en cada rincón del país.