La prometida de Rubby Pérez, la icónica figura del merengue fallecida trágicamente, ha decidido romper el silencio y compartir una verdad desgarradora que ha conmovido a la comunidad latina. Mariana Sánchez, en una emotiva entrevista, reveló detalles impactantes sobre los últimos momentos del cantante, quienes marcaron una fecha fatídica en la historia de la música dominicana.

El 8 de abril de 2025, Rubby se presentó en la famosa discoteca Jetset, donde, según Mariana, pronunció palabras que ahora resuenan con más fuerza que nunca: “Si algo me pasa, recuerda que viví exactamente como quería”. En un giro inquietante, Rubby había compartido un sueño perturbador la noche anterior, donde el escenario se desplomaba bajo sus pies, pero su pasión por la música lo llevó a ignorar las advertencias.

Mariana, con el corazón destrozado, recordó la angustia de esa noche. “No llores, mi reina”, le dijo Rubby mientras yacía atrapado entre los escombros tras el colapso del techo. Con su voz entrecortada, ella cantó suavemente para mantenerlo consciente, mientras el rescate tardaba en llegar. Las palabras de Rubby, pidiendo que cuidara su música y su legado, son un eco que perdurará en el tiempo.

La discoteca, un símbolo de la vida nocturna dominicana, albergaba un sistema de sonido que, según expertos, sobrecargaba una estructura ya deteriorada. La tragedia ha dejado un vacío irreparable en el merengue y ha desencadenado una serie de homenajes espontáneos en todo el país.

Mariana también se enfrentó a críticas por la diferencia de edad entre ellos, pero defendió su amor, un vínculo profundo que trascendió el tiempo. “Rabby era más que un compañero; era una alma joven y vibrante”, expresó con firmeza.

La revelación de Mariana no solo conmueve, sino que revive la memoria de un artista que dejó una huella imborrable en la música latina. Su legado sigue vivo, y los ecos de sus canciones resuenan más fuertes que nunca en los corazones de sus seguidores. Esta historia, llena de amor y tragedia, nos recuerda que la música es eterna, y Rubby Pérez vivirá por siempre en ella.