Francisco I, reconocido por su incansable labor a favor de los más pobres y marginados, ha dejado una huella imborrable en el corazón de millones. Su legado de amor universal y coraje ha inspirado a fieles de todo el mundo, convirtiéndose en un faro de esperanza en tiempos de crisis. Su enfoque en la justicia social y el cuidado del medio ambiente marcó un cambio significativo en la dirección de la Iglesia Católica.
Los preparativos para los funerales están en marcha, y se espera que una multitud de seguidores se congregue en la Plaza de San Pedro para rendir homenaje al Papa que abogó por la paz y la unidad en un mundo dividido. La figura de Francisco I permanecerá viva en la memoria colectiva, y su ejemplo de verdadero discípulo de Jesucristo será recordado por generaciones.