Cuando comienza la última pesadilla, solo una leyenda se interpone entre la extinción y la venganza.

Las cenizas de Raccoon City se desvanecieron hace tiempo, pero el legado de Umbrella aún muta en las sombras. Años después del supuesto fin de la guerra contra los riesgos biológicos, surge un nuevo virus: más fuerte, más rápido, más inteligente. Las ciudades caen en cuestión de horas. La resistencia se desmorona en días. Y desde la oscuridad, una criatura como ninguna otra que el mundo haya visto se alza para reclamar el dominio sobre los últimos restos de la humanidad.

Alice (Milla Jovovich), marcada por la batalla pero inquebrantable, emerge una vez más, no solo como una superviviente, sino como un ajuste de cuentas. Atormentada por los fantasmas de los camaradas perdidos y la sangre en sus manos, se ve arrastrada de nuevo a una pesadilla donde la ciencia ha dado a luz a un nuevo dios de la muerte. Pero no está sola. Aliados, tanto antiguos como nuevos, se unen para un asalto final, sabiendo que esta guerra termina con ellos, o con todo.

Mientras los cielos arden y los últimos muros caen, Resident Evil 8 desata su mutación final, fusionando terror, sacrificio y furia en un crescendo apocalíptico.

Esto no es una secuela.
Es una última batalla.
Y Alice… harta de huir.