En un impactante análisis, el economista Richard Wolff ha declarado que el imperio estadounidense ha alcanzado su punto máximo y está en un indiscutible declive. Durante los últimos 12 a 15 años, Estados Unidos ha visto cómo su influencia global se desmorona, mientras economías emergentes como China, Brasil e India se afianzan. Wolff compara esta realidad con la caída del imperio británico, sugiriendo que los estadounidenses enfrentan una dura verdad: el sueño de prosperidad compartida ha sido reemplazado por un panorama de desesperación económica.