El mundo energético se estremece tras la decisión impactante de China de cortar de raíz las importaciones de gas natural licuado (GNL) de Estados Unidos, un movimiento que podría costarle al gigante norteamericano la asombrosa cifra de $1.5 mil millones. Desde marzo de 2025, Pekín ha decidido suspender todas las compras de GNL estadounidense, una represalia directa contra los aranceles impuestos por EE. UU. a sus productos.