El presidente Vladimir Putin ha reafirmado sus objetivos: desmilitarizar Ucrania y evitar su integración en la OTAN, mientras que Ucrania, respaldada por sus socios europeos, se niega a ceder. La tensión ha alcanzado niveles sin precedentes, con Alemania y otros países europeos aumentando su apoyo militar a Kiev, lo que complica aún más cualquier intento de acuerdo. La reciente decisión del nuevo canciller alemán, Fredck Merz, de levantar restricciones sobre el suministro de armas a Ucrania y permitir ataques en territorio ruso, marca un giro significativo en la postura europea.