ÚLTIMA HORA: En un giro inesperado de los acontecimientos, Donald Trump ha lanzado una fuerte advertencia a Vladimir Putin, afirmando que Rusia no está interesada en la paz. Este cambio de tono se produce tras una reunión histórica en la Basílica de San Pedro, donde Trump se encontró con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, en un contexto delicado tras recientes ataques a civiles en Kiev que dejaron al menos 12 muertos y más de 100 heridos.
En un mensaje explosivo en sus redes sociales, Trump condenó enérgicamente los ataques indiscriminados de Rusia, instando a Putin a “basta, Vladimir, deben parar los ataques”. Este pronunciamiento marca un punto de inflexión en la relación entre el ex presidente estadounidense y el líder ruso, y podría alterar la dinámica del conflicto en Ucrania.
La reunión en el Vaticano, que tuvo lugar después del funeral del Papa Francisco, reunió a mandatarios clave, incluyendo a Macron y a Starmer, y preparó el terreno para un encuentro con Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea. Trump, en un tono más conciliador hacia Zelenski, cuestionó la postura de su predecesor, Barack Obama, y de Biden, a quienes culpó por la actual crisis y la situación en Crimea.
Este cambio radical en la retórica de Trump no solo subraya la desesperación por una resolución del conflicto, sino que también plantea interrogantes sobre el futuro de las relaciones internacionales y el papel de Estados Unidos en la crisis. Con la presión internacional aumentando y la situación en Ucrania volviéndose cada vez más incierta, todos los ojos están puestos en la respuesta de Putin y en cómo este nuevo enfoque de Trump podría influir en la guerra en curso. La pregunta persiste: ¿podrá Trump lograr un cambio real en el rumbo del conflicto? La comunidad internacional observa con ansiedad.