En un giro explosivo de los acontecimientos, Katie Miller, esposa del arquitecto de las políticas de deportación Stephen Miller, ha roto el silencio, y sus declaraciones han encendido la mecha de un conflicto que amenaza con desatar una tormenta política en Estados Unidos. Mientras Stephen es señalado como el cerebro detrás de las duras políticas migratorias, Katie se alza en defensa de su marido, pero no por las víctimas de sus acciones; su queja surge de las críticas que su esposo ha recibido, lo que revela un profundo descontento en el núcleo del poder trumpista.