**México destruye el plan secreto de Estados Unidos: Un golpe a la soberanía nacional**
En un giro sin precedentes, el Estado mexicano ha desmantelado una base clandestina de la DEA en Toluca, marcando un hito en la lucha por la soberanía nacional. La madrugada del 29 de junio, helicópteros de la Guardia Nacional sobrevolaron el cielo, mientras las fuerzas armadas llevaban a cabo un operativo cinematográfico que sorprendió a tres agentes de la DEA en plena operación encubierta. Armados con tecnología de espionaje y drones de última generación, los agentes fueron arrestados mientras intentaban destruir evidencia de sus actividades ilegales.
El fiscal general de México denunció que los agentes habían cruzado la frontera sin permiso, realizando operaciones de espionaje contra funcionarios y movimientos sociales. “Pensaron que podían actuar como en los tiempos del Salvaje Oeste. Se equivocaron”, afirmó, subrayando la violación de la ley de seguridad nacional. La presidenta Claudia Shinbaum respaldó la operación, enfatizando que “nunca aceptaremos tropas extranjeras en suelo mexicano”.
Las imágenes de los agentes esposados en el suelo se convirtieron en un símbolo de resistencia nacional, mientras el fervor patriótico se encendía en las calles. “Fuera gringos, México soberano” resonaba en cada rincón, un grito colectivo que unió al pueblo contra la intervención extranjera.
La DEA, por su parte, respondió con desdén, acusando a México de obstaculizar sus operaciones. Sin embargo, el gobierno mexicano reafirmó su soberanía, bloqueando el ingreso de 13 nuevos agentes estadounidenses. Este acto no solo representa una victoria táctica, sino un mensaje claro: México no se rinde.
El arresto de los agentes de la DEA es más que un evento policial; es un momento de inflexión que sacude las bases de la relación bilateral. La comunidad internacional observa de cerca, mientras el país se enfrenta a un nuevo capítulo en su historia de dignidad y resistencia.