Irán envía ondas de choque al mundo tras el ataque israelí a su televisión estatal. En una declaración contundente, el gobierno iraní ha denunciado lo que califica como “agresión terrorista y criminal” por parte del régimen israelí, que ha llevado a cabo ataques indiscriminados contra la infraestructura civil en múltiples ciudades iraníes. Según las autoridades, hasta ahora, al menos 1,480 personas han sido asesinadas o heridas, incluyendo 224 civiles, entre ellos mujeres y niños, en una serie de bombardeos que han devastado hospitales y hogares.
El ataque más reciente, que tuvo lugar durante una transmisión en vivo de la agencia de noticias de Irán, ha sido calificado como un “crimen de guerra” y un ataque directo a la libertad de prensa. Irán ha afirmado que este acto es una violación grave de la Carta de las Naciones Unidas y de las leyes internacionales, y que Israel ha cruzado todas las líneas rojas al atacar instalaciones nucleares pacíficas bajo la supervisión de la AIEA.
En respuesta a estas agresiones, Irán ha afirmado su derecho a la defensa propia, señalando que sus acciones han sido “defensivas, dirigidas y proporcionales”, enfocándose únicamente en activos militares y económicos involucrados en la agresión. El país ha instado al Consejo de Seguridad de la ONU a condenar estos ataques y a tomar medidas urgentes para detener la violencia.
La situación se ha intensificado en un momento crítico, justo cuando las negociaciones nucleares estaban a punto de reanudarse. Irán ha advertido que cualquier país que apoye la agresión israelí compartirá la responsabilidad legal por las consecuencias de estos actos.
Con el mundo observando, Irán ha reafirmado su compromiso de defender su soberanía y ha hecho un llamado urgente a la comunidad internacional para que actúe antes de que la situación se convierta en un conflicto aún más devastador. La tensión en la región está en su punto más alto, y la comunidad internacional se enfrenta a la presión de actuar ante esta escalofriante crisis.