ÚLTIMA HORA: Un escándalo de proporciones colosales sacude a Estados Unidos: el desfile de cumpleaños de Donald Trump en junio ha costado al ejército la asombrosa cifra de 30 millones de dólares. Este escándalo, que se revela en medio de una serie de controversias que envuelven al expresidente, ha dejado a muchos cuestionando la gestión de los recursos públicos.
Un portavoz del ejército, Adejil, confirmó este miércoles que el costo total del evento, que celebró el 250 aniversario del ejército, asciende a aproximadamente 30 millones de dólares. Inicialmente, se había estimado que el desfile costaría entre 25 y 45 millones, sin incluir los gastos adicionales de la policía y las reparaciones de las calles afectadas por el evento. La magnitud de estos gastos ha generado una ola de indignación entre los ciudadanos y los legisladores, quienes exigen respuestas.
Además, las preocupaciones sobre el daño a la infraestructura de Washington no se han hecho esperar. Aunque el ejército aseguró que solo un bordillo resultó dañado, la percepción pública es que un evento de tal envergadura debería haber sido manejado con mayor prudencia y transparencia.
Este escándalo no solo pone en tela de juicio la administración de Trump, sino que también plantea serias interrogantes sobre el uso de fondos militares en celebraciones políticas. En un momento en que el país enfrenta múltiples desafíos, los ciudadanos están cada vez más cansados de ver cómo se despilfarran recursos en eventos que parecen más un espectáculo personal que una celebración del servicio militar.
La indignación crece y la presión aumenta sobre los responsables. Este escándalo podría tener repercusiones significativas en la política estadounidense, mientras la nación observa de cerca cómo se desarrollan los acontecimientos. La pregunta que todos se hacen ahora es: ¿quién asumirá la responsabilidad por este derroche? La respuesta podría cambiar el rumbo de la conversación política en el país.
