**LA MAYOR HUMILLACIÓN DE TRUMP AHORA VIENE DESDE ESCOCIA**
En un giro escalofriante de los acontecimientos, Donald Trump ha llegado a Escocia en medio de un escándalo que lo vincula directamente con Jeffrey Epstein y una red de explotación infantil. La visita, que se presenta como un retiro personal a su resort en Aberdeenshire, ha sido recibida con protestas masivas y un despliegue policial sin precedentes, considerado el más grande desde la muerte de la reina Isabel II.
Mientras nuevos documentos del Departamento de Justicia revelan la conexión de Trump con Epstein, el expresidente se escuda en la distancia, eludiendo el creciente clamor por justicia. “No es bienvenido aquí”, gritan los manifestantes, quienes consideran su presencia una amenaza. La indignación se intensifica al recordar que Trump envió una tarjeta de cumpleaños a Epstein en 2003, un gesto que ahora resuena con un eco siniestro.
La situación se agrava cuando se revela que Trump, en lugar de enfrentar las acusaciones, ha optado por silenciar a los medios, vetando al Wall Street Journal de su gira. Este acto de represión solo intensifica la percepción de que está utilizando su poder para protegerse a sí mismo, mientras las víctimas de Epstein siguen sin justicia.
Las conexiones entre Trump y Epstein son innegables. En un video impactante, Epstein, bajo juramento, evoca la Quinta Enmienda cuando se le pregunta sobre su relación con Trump y menores de edad, un momento que deja a todos en shock. La evasión de Epstein revela lo que muchos ya sospechaban: la complicidad y el encubrimiento son parte de esta oscura trama.
La llegada de Trump a Escocia no es solo un escape, es un reflejo de su caída en desgracia. Las encuestas muestran un descontento generalizado, y su nombre se asocia cada vez más con la repugnancia y el escándalo. A medida que la presión aumenta, la pregunta persiste: ¿podrá Trump salir de esta crisis, o su legado quedará manchado por la oscuridad que lo rodea? La respuesta podría estar más cerca de lo que imagina.