Fallece de manera inesperada el querido humorista argentino Salvador “Toti” Ciliberto, dejando un vacío irreparable en el corazón de la cultura nacional. Este martes, tras un desvanecimiento que lo llevó de urgencia al hospital, los médicos diagnosticaron una hemorragia intestinal. A pesar de una breve mejoría, su corazón no resistió, y partió rodeado del amor de su familia y amigos.
Nacido en San Martín, Ciliberto transformó su dolor en arte. Desde sus humildes inicios, enfrentó el acoso escolar por su apariencia, pero eligió la risa como su escudo. Su carrera despegó en 1992 con “Videomatch”, donde cautivó al público con personajes inolvidables como el gaucho Martín Fierro. Su talento lo llevó a brillar en la televisión, el cine y el teatro, dejando una huella imborrable en cada escenario que pisó.
Sin embargo, detrás de su contagiosa risa, Toti luchó abiertamente contra adicciones, convirtiéndose en un símbolo de resiliencia y honestidad. Compartió sus batallas personales con una valentía admirable, mostrando que el humor puede ser una forma de resistencia ante la adversidad. Sus amigos, como Larry de Clay y Pachu Peña, fueron su red de apoyo en momentos de oscuridad.
La noticia de su fallecimiento ha conmocionado a miles de seguidores que lo admiraban no solo por su talento, sino también por su humanidad. Su legado trasciende los sketches y las carcajadas; es un recordatorio de que las heridas pueden convertirse en arte. La risa de Toti Ciliberto, cálida e inconfundible, permanecerá en la memoria colectiva de Argentina. Descanse en paz, querido Toti.