El gato del bosque de Noruega es una raza reconocida por su pelaje espeso, su personalidad amigable y su gran tamaño. Sin embargo, el origen de la raza sigue siendo un misterio. Algunos creen que estos gatos viajaban con los vikingos en sus barcos como cazadores de ratones, mientras que otros creen que fueron traídos a Escandinavia por los cruzados. Estos felinos evolucionaron con el tiempo hasta convertirse en las magníficas criaturas que conocemos hoy. Además de sus rasgos físicos, los gatos del bosque noruego también son conocidos por su estatus mítico en Noruega. El folclore habla del “skogkatt”, un gato hada capaz de trepar paredes rocosas escarpadas. Esta leyenda llevó a que el rey Olaf V designara la raza como gato nacional de Noruega. Sin embargo, los gatos del bosque noruego casi se extinguieron antes de ser reconocidos como una raza distinta en la década de 1930.
El gato de los Bosques de Noruega fue valorado inicialmente por granjeros y marineros debido a sus excelentes habilidades para atrapar ratones, pero no fue hasta la década de 1930 que los aficionados comenzaron a prestar atención a la raza. A pesar de su popularidad, el gato de los Bosques de Noruega estuvo en peligro de extinción durante la Segunda Guerra Mundial a medida que el mestizaje se hizo más común. Se implementó un programa de cría oficial para preservar su linaje y, en 1977, la raza fue reconocida oficialmente por la Fédération Internationale Féline. La primera pareja reproductora llegó a Estados Unidos dos años después, y la Asociación de Criadores de Gatos los reconoció en 1987. Aunque son conocidos por su ternura y tienen muchos seguidores en Europa y Escandinavia (donde se les apoda “Wegies”), el Bosque de Noruega Los gatos también son conocidos por su tamaño, y los gatos machos pesan entre 13 y 22 libras. Además,
El gato del bosque de Noruega es una raza versátil que puede presentarse en varios colores y patrones. Sin embargo, son reconocidos por su pelaje largo de doble capa que repele el agua, así como por sus orejas y dedos de los pies copetudos. Estos rasgos les ayudaron a sobrevivir los fríos inviernos de Escandinavia. Desafortunadamente, los gatos del bosque de Noruega son propensos a sufrir problemas de salud como problemas cardíacos hereditarios, displasia de cadera y enfermedad de almacenamiento de glucógeno tipo IV. Están relacionados con los Maine Coons, y las pruebas genéticas muestran que los Maine Coons son descendientes tanto del gato del bosque noruego como de una raza doméstica extinta. Para diferenciarlos, observe sus características: los gatos del bosque noruego tienen una cara en forma de triángulo, mientras que los Maine Coons tienen una cabeza en forma de cuña con pómulos altos. Por último, los gatos de los bosques de Noruega son excelentes escaladores debido a sus garras más resistentes.