Estas notables momias italianas se conservaron casi perfectamente hace 200 años para demostraciones médicas.
Giovan Battista Rini quitó la piel para mostrar los músculos, las vías respiratorias y los vasos sanguíneos del interior de las cabezas.
Los académicos han descubierto ahora que a las muestras se les inyectó arsénico y mercurio, o se sumergieron en baños químicos para preservarlas para la investigación.
Preservado: A este cráneo le quitaron la piel y le inyectaron productos químicos para mantenerlo fresco durante más de 200 años.
Inquietante: Se cree que dos de los restos son cuerpos de forajidos, mientras que se cree que el resto fueron donados por pacientes en un hospital local en Italia para investigación médica.
Aunque la momificación está asociada con el Antiguo Egipto, se llevó a cabo a lo largo de los siglos en beneficio de investigadores y estudiantes de medicina.
Los ejemplares tienen pelo y dientes postizos y las tapas de sus ojos se han añadido artificialmente. Sin embargo, por lo demás, están muy bien cuidados.
La pequeña colección se conserva en el hospital Desenzano, cerca de Verona, y en ella se encuentran los restos de al menos cinco personas.
Los investigadores escribieron en la revista Clinical Anatomy que la colección se encuentra en “un estado de conservación extremadamente bueno”.
Consta de cinco cabezas con cuello, dos torsos y un corazón.
Escáner: los investigadores realizaron tomografías computarizadas y radiografías de los restos para comprobar cómo se conservaban.
Restos momificados: La práctica se asocia normalmente con el Antiguo Egipto pero se ha realizado en beneficio de demostraciones médicas. Se cree que este cráneo data de principios del siglo XIX.
Dos de las personas cuyos cuerpos fueron congelados en el tiempo eran proscritos, mientras que se cree que los demás fueron donados por hospitales locales.
Los investigadores realizaron tomografías computarizadas y radiografías de los especímenes para comprobar cómo se conservaban y descubrieron técnicas que se ajustaban en gran medida a las utilizadas en la época.
Los restos fueron sumergidos en baños químicos antes de ser inyectados con mercurio y otros productos químicos, informó la revista National Geographic.
Estudio: los investigadores han descubierto que a las muestras se les inyectó arsénico y mercurio, o se sumergieron en baños químicos para preservarlas para demostraciones.
En el siglo XIX se utilizaban habitualmente arsénico, cal, dióxido de silicio y azufre para conservar los cuerpos.
Se desconocen el método exacto y las sustancias utilizadas por Giovan Battista Rini, pero los autores creen que utilizó arsénico y mercurio, entre otras sustancias químicas.
Aunque no se sabe exactamente cuándo se llevaron a cabo las momificaciones, fue en la primera mitad del siglo XIX, ya que vivió Giovan Battista Rini de 1795 a 1856.
Descubrieron que las superficies de todos los restos momificados eran particularmente gruesas debido a los productos químicos utilizados.