El 15 de enero de 1947, a las diez de la mañana, un hallazgo aterrador sacudió las calles de Los Ángeles. Una mujer que paseaba con su hijo pequeño descubrió en un terreno baldío lo que parecía un maniquí cortado por la mitad, solo para darse cuenta, horrorizada, de que era el cadáver de una joven. Este macabro hallazgo marcaría el inicio de uno de los misterios más notorios en la historia de Hollywood: el asesinato de Elizabeth Short, conocida como la “Dalia Negra”.
Nacida en 1924 en Boston, Elizabeth Short soñaba con ser actriz en la meca del cine, pero su vida estuvo marcada por la tragedia. Tras mudarse a California para vivir con su padre, quien había fingido su suicidio años antes, Elizabeth vivió en la inestabilidad, trabajando como camarera y modelo. En los días previos a su muerte, fue vista por última vez el 9 de enero en compañía de Robert ‘Red’ Manley, un empresario que sería uno de los últimos en verla con vida.
El cuerpo de Elizabeth fue encontrado en una posición inquietante, mutilado con precisión quirúrgica. La autopsia reveló que había sido brutalmente torturada y asesinada, con signos de haber estado viva durante varios días antes de su muerte. La cobertura mediática del caso fue voraz, y el apodo de “Dalia Negra” surgió del sensacionalismo de la prensa, que la retrató como una mujer de vida disoluta y misteriosa.
Las investigaciones del LAPD involucraron a más de 750 personas y resultaron en más de 190 sospechosos, pero el caso se complicó con numerosas declaraciones falsas. Entre los sospechosos se encontraba el padre de Elizabeth, quien no había tenido contacto con ella durante años, y Mark Hansen, un propietario de un club nocturno que había tenido una relación con ella. A pesar de las numerosas pistas y teorías, el culpable nunca fue identificado.
El legado del asesinato de Elizabeth Short ha perdurado a través de los años, inspirando libros, películas y documentales. Su historia es un recordatorio sombrío de los oscuros secretos que se esconden en la ciudad de los sueños y de la corrupción que puede existir en el corazón de Hollywood. La identidad del asesino sigue siendo un misterio, dejando una marca indeleble en la historia criminal de Estados Unidos.