Las antiguas profecías de San Malaquías han vuelto a estar en el centro de la atención mediática, especialmente tras los recientes problemas de salud del Papa Francisco. Estas profecías, atribuidas al arzobispo irlandés del siglo XI, han suscitado tanto interés como controversia a lo largo de los siglos, ya que sugieren que el actual pontífice podría ser el último, conocido como “Pedro el Romano”.
San Malaquías, quien vivió entre 1094 y 1148, dejó un legado de 112 breves lemas en latín que presuntamente predicen a los papas desde Celestino II hasta el último, que se identifica con la figura de Pedro. Este último, según la profecía, guiaría a la Iglesia en medio de grandes tribulaciones antes de la destrucción de Roma y el juicio final. Dado que Francisco es el papa número 112, muchos han comenzado a especular sobre la veracidad de esta profecía, especialmente en el contexto de su hospitalización.
Sin embargo, la autenticidad de las profecías es objeto de debate. Historiadores y académicos han señalado que los textos fueron publicados en 1595, lo que sugiere que las coincidencias con papas anteriores al año de publicación podrían haber sido manipuladas. A pesar de las críticas, ciertos católicos ven en la figura de Francisco, quien ha enfatizado su rol como obispo de Roma y ha tomado decisiones que algunos interpretan como indicios de su conexión con “Pedro el Romano”.
Mientras la salud del Papa Francisco se encuentra bajo vigilancia, la comunidad católica y los creyentes de las profecías de San Malaquías permanecen atentos a los eventos que podrían determinar el futuro de la Iglesia. La historia de estas profecías, que han perdurado durante siglos, continúa intrigando a muchos, a pesar de las dudas sobre su origen y autenticidad. En un mundo en constante cambio, la figura del último papa y el apocalipsis siguen siendo temas de fascinación y temor.