Elton John, una de las figuras más icónicas de la música, ha vivido un camino lleno de excesos y luchas internas que casi le costaron la vida. En la década de 1970, el consumo excesivo de sustancias y alcohol lo llevó a un estado crítico, alterando no solo su salud física, sino también su apariencia. A los 28 años, después de una celebración en su mansión, Elton reveló haber tomado 85 pastillas en una hora antes de lanzarse a la piscina, un acto que quedó grabado en la memoria de sus seres queridos.
La relación tumultuosa con su exmanager John Reid y la presión de la fama lo llevaron a consumir drogas y a sufrir de bulimia, alternando días de abstinencia con episodios de atracones. Su lucha por la aceptación personal y su 𝓈ℯ𝓍ualidad se entrelazaron con su carrera musical, que despegó en 1967 gracias a su asociación con el letrista Bernie Taupin. Juntos, crearon himnos que resonarían a través de las décadas.
A pesar de sus problemas, Elton John ha dejado una huella indeleble en la música, consolidándose con álbumes como “Goodbye Yellow Brick Road” y “Candle in the Wind”, este último reescrito en honor a su amiga, la Princesa Diana, tras su trágica muerte en 1997. La conexión entre ambos fue profunda, y Elton se convirtió en su confidente en momentos difíciles.
En años recientes, Elton ha transformado su vida personal, encontrando estabilidad junto a David Furnish, con quien se casó en 2014. Su labor filantrópica es igualmente notable; fundó la Elton John AIDS Foundation, recaudando millones para la lucha contra el VIH/SIDA. A pesar de sus excentricidades y controversias, su legado musical y su impacto en la cultura popular son innegables, recordándonos que detrás del glamour hay historias de superación.