La noche del 8 de abril de 2025, el club Jetset estaba repleto de seguidores ansiosos por disfrutar de una actuación épica de Rubby. Sin embargo, lo que comenzó como una celebración se convirtió en una pesadilla cuando el techo colapsó de manera abrupta, dejando a los asistentes atrapados entre escombros y gritos de horror. Testigos describieron el caos que siguió: un estruendo ensordecedor, polvo en el aire y una atmósfera de desesperación.
Mientras el país llora su pérdida, el presidente Luis Abinader ha declarado tres días de duelo nacional y ha prometido implementar reformas para evitar que tragedias similares se repitan en el futuro. La voz de Rubby Pérez, un símbolo del merengue y la alegría, vivirá en los corazones de quienes lo amaron, pero la pregunta persiste: ¿qué se puede hacer para que su legado no se apague en la oscuridad de esta tragedia?