Nacida en Filadelfia en 1965, Myrka se destacó desde joven por su deseo de dar voz a los que no la tienen. Su carrera despegó en 1992 como presentadora en Univisión, donde pronto se convirtió en un ícono de la televisión hispana. A lo largo de los años, recibió numerosos premios y reconocimientos, pero su legado va más allá de los aplausos. Myrka fue una ferviente defensora de causas humanitarias, trabajando incansablemente por los más vulnerables.
Sin embargo, su vida personal estuvo marcada por altibajos. Tras varios matrimonios tumultuosos, incluyendo una relación mediática con el cantante Luis Miguel, Myrka enfrentó momentos de dolor y lucha, incluso una batalla contra la diabetes que puso su vida en riesgo. A pesar de todo, su resiliencia siempre brilló, transformando cada desafío en una lección de vida.