**Título: La Tragedia de Ruby Pérez: Confesiones de su Manager Revelan Oscuras Verdades Tras el Colapso en Jetset**

La música dominicana se encuentra de luto tras la trágica muerte de Ruby Pérez, un ícono del merengue, que dejó al país en shock después del colapso del techo de la discoteca Jetset en Santo Domingo, donde se presentaba ante más de mil fans. Siete días después de la tragedia, su representante, Fernando Soto, rompió el silencio en una emotiva entrevista que ha reavivado el dolor y la indignación en la nación caribeña.

En la madrugada del 8 de abril de 2025, mientras el público vibraba con cada nota, un estruendo repentino interrumpió la fiesta. “Fue como un trueno seco”, relató María Fernández, una de las sobrevivientes, mientras el caos se desató y el techo se vino abajo, dejando a su paso un escenario de horror. La incertidumbre llenó el aire: ¿Dónde estaba Ruby? Las preguntas se multiplicaron, pero las respuestas no llegaron.

Fernando Soto, quien había estado al lado de Ruby durante más de dos décadas, compartió impactantes revelaciones sobre los últimos días de su amigo. Ruby, pese a haber sufrido una caída días antes del evento, insistió en no cancelar su presentación, afirmando que “la gente ya había comprado sus entradas”. Su espíritu indomable y su deseo de conectar con el público lo llevaron a subir al escenario, a pesar de las advertencias médicas.

En un llanto desgarrador, Soto confesó que Ruby tenía un presentimiento sobre lo que podría suceder esa noche. “Él sabía que algo iba a pasar, pero aún así, subió al escenario”, explicó. Este testimonio ha estremecido a los seguidores y familiares del artista, quienes ahora se cuestionan si la tragedia podría haberse evitado.

La noche del colapso se tornó en un infierno. Según Soto, el ambiente estaba lleno de alegría hasta que, de repente, la música se apagó y el caos reinó. “Era como una caída al infierno”, recordó un amigo de Ruby. Con al menos 27 muertos y más de 160 heridos, el impacto ha dejado una herida abierta en la sociedad dominicana.

Las redes sociales estallaron en confusión cuando un influencer compartió una foto antigua de Ruby afirmando que estaba vivo, provocando una ola de esperanza que rápidamente se desvaneció. La realidad fue devastadora; Ruby Pérez no sobrevivió a las graves heridas que sufrió durante el colapso. En su última actuación, su voz resonó incluso en medio del desastre, cuando testigos afirmaron haberlo escuchado cantar entre los escombros, brindando consuelo a quienes estaban atrapados.

El presidente Luis Abinader no tardó en reaccionar ante la tragedia, decretando luto nacional y prometiendo una investigación exhaustiva sobre las causas del colapso. La discoteca Jetset, que había sido advertida sobre problemas estructurales, ahora enfrenta un escrutinio público sin precedentes. Las advertencias ignoradas han encendido la indignación general y han levantado cuestionamientos sobre la responsabilidad de los propietarios.

El dolor de la pérdida se siente en cada rincón del país, mientras los ciudadanos se reúnen en vigilias, cantando las canciones que definieron su vida. Ruby Pérez, quien no solo era un artista, sino una parte integral de la cultura dominicana, ha dejado un legado que perdurará más allá de su trágica partida. Su hija, Sulinca, ha instado al pueblo a recordar a su padre por su alegría y su música, no por la tragedia que le costó la vida.

A medida que la historia se desarrolla, la pregunta que queda es: ¿quién es realmente responsable de esta tragedia? Las investigaciones continúan, y el país entero espera respuestas mientras llora la pérdida de uno de sus más grandes tesoros. La música de Ruby Pérez, sin embargo, seguirá sonando, un eco eterno de su espíritu vibrante y su amor por el arte.