En un impactante giro de los acontecimientos, Toño Rosario, el legendario ícono del merengue, ha decidido romper su silencio a la edad de 69 años, dejando al mundo boquiabierto con revelaciones inesperadas sobre su vida personal y profesional. En un video que ya está causando sensación en las redes sociales, el artista desvela secretos que han permanecido ocultos durante décadas, desde sus humildes comienzos en la República Dominicana hasta su ascenso a la fama.

“Yo perdí mi penhow, perdí mi villa, perdí mi homel”, confiesa Toño con una mezcla de nostalgia y dolor. Las palabras del cantante resuenan con la cruda realidad de una infancia marcada por la pobreza y la lucha por la supervivencia. A pesar de los desafíos, su pasión por la música nunca flaqueó, y sus recuerdos de tocar instrumentos improvisados en fiestas vecinales son testimonio de su indomable espíritu.

Sin embargo, el video no solo aborda su historia de éxito. Toño también revela momentos oscuros que han influido en su vida, incluyendo la trágica muerte de su hermano Pepe, un evento que dejó cicatrices profundas en su corazón y en su carrera. “La música seguía viva porque Pepe, aunque ya no estaba, nos inspiraba desde el más allá”, asegura con voz quebrada.

A medida que avanza el video, Toño habla de su decisión de separarse de Los Hermanos Rosario, un paso audaz que muchos consideran controversial. “La separación fue lo mejor para todos”, afirma, desafiando las críticas y defendiendo su necesidad de crecer como artista individual.

Con un estilo que ha desafiado las normas y una trayectoria que ha cruzado fronteras, Toño Rosario no solo se ha consolidado como un pionero en el merengue, sino que ahora se presenta como un hombre renovado, listo para enfrentar lo que venga. Con su esposa a su lado como apoyo incondicional, Toño promete seguir sorprendiendo al mundo con su música y su historia.

Este sorprendente testimonio ha dejado a sus seguidores preguntándose: ¿qué más revelaciones tiene Toño bajo la manga? La historia de un ícono que ha vivido en el ojo del huracán está lejos de haber terminado.