En un giro dramático que redefine el equilibrio del poder global, China, Japón y Corea del Sur han forjado una alianza económica que muchos consideraban imposible hace solo unos años. Este bloque trilateral surge como respuesta a las crecientes presiones proteccionistas de Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump, quien ha reactivado políticas arancelarias que afectan a aliados y rivales por igual.