La cantante Preta Gil, de 50 años, se enfrenta a una dura despedida tras el fallecimiento de su abuela, un golpe devastador en medio de su propia lucha contra el cáncer. Mientras el mundo de la música se conmueve, la artista se prepara para viajar a Estados Unidos, dejando atrás un legado familiar y momentos inolvidables.
Preta, quien recientemente emocionó al público en un show junto a su padre, Gilberto Gil, ha estado bajo tratamiento intensivo y ha recibido apoyo de sus seres queridos. En un emotivo encuentro en el hospital, su nieta, Sol de Maria, le brindó un rayo de esperanza y amor, recordándole la fortaleza que necesita en estos momentos oscuros. “Hoy fui sorprendida con esta visita tan especial. Ella es una de las razones de mi fuerza”, compartió Preta en redes sociales, reflejando la profunda conexión familiar que la sostiene.
La presentación con Gilberto, donde interpretó la conmovedora canción “Drão”, se tornó en un homenaje no solo a su carrera, sino también a los lazos que unen a su familia en tiempos difíciles. Con lágrimas en los ojos, su padre, un ícono de la música brasileña, temía por la salud de su hija, quien ha enfrentado múltiples obstáculos en su camino.
La comunidad musical y los fanáticos de Preta Gil se han volcado en un mar de mensajes de apoyo, elevando oraciones y energías positivas a la artista. Cada aparición de Preta en el escenario se convierte en un símbolo de resistencia y esperanza, y su lucha no pasa desapercibida. Mientras el mundo aguarda más noticias sobre su estado, la familia Gil sigue siendo un faro de amor y unión en estas horas difíciles. La música, como siempre, se erige como un poderoso refugio en medio de la tormenta.