**Título: Los Hijos de Trump: Negocios Millonarios en Tiempos de Controversia Constitucional**
En un giro impactante que pone en jaque los límites entre el poder político y los negocios familiares, los hijos de Donald Trump están haciendo olas en el mundo empresarial mientras su padre lanza dudas sobre el respeto a la Constitución. La organización Trump ha comenzado a vender sombreros con el lema “Trump 2028”, generando especulaciones sobre un posible tercer mandato del ex presidente, a pesar de su negación pública.
Mientras tanto, Eric Trump y Donald Trump Jr. están viajando por el mundo, firmando contratos millonarios con gobiernos extranjeros y lanzando proyectos que parecen más propios de una franquicia de lujo que de una familia presidencial. En Dubai, Eric anunció una torre de 80 pisos valorada en mil millones de dólares, mientras que en Qatar, los hermanos sellaron un acuerdo para un nuevo campo de golf y villas de lujo, todo bajo el prestigioso apellido Trump.
La Casa Blanca ha defendido estas actividades, alegando que no hay conflictos de interés, pero los informes financieros sugieren lo contrario: Donald Trump sigue recibiendo beneficios de estas transacciones. La línea entre lo privado y lo público se desdibuja aún más con la reciente creación de su empresa de criptomonedas, World Liberty Financial, que permite a los inversores especular con tokens vinculados a la marca Trump.
La situación es aún más alarmante cuando se considera que Trump Jr. está cerrando acuerdos con gobiernos mientras su padre ignora el debido proceso constitucional. En una reciente entrevista, Trump cuestionó la validez de la Constitución en relación con sus planes de deportación, lo que plantea serias preocupaciones sobre el estado de derecho en Estados Unidos.
La familia Trump se está moviendo en un mundo donde la influencia y el capital se entrelazan, generando millones mientras el país enfrenta una creciente incertidumbre económica. ¿Estamos ante un modelo de negocios legítimo o frente a una nueva forma de corrupción institucionalizada? La respuesta podría tener implicaciones profundas no solo para Estados Unidos, sino para el futuro de la política mundial.