Silvia Pinal, la icónica diva del cine mexicano, falleció hace 15 días y, en medio del luto, su hija Silvia Pasquel ha decidido abrirse sobre la tormentosa relación que compartieron. En una reveladora entrevista, Pasquel narra cómo crecer bajo la sombra de una madre tan poderosa fue una experiencia marcada por tensiones y desavenencias, dejando una huella profunda en su vida.
Pasquel no escatima en detalles al hablar de los conflictos familiares que plagaron su infancia. “La relación con mi madre nunca fue perfecta; siempre hubo momentos difíciles”, confiesa. El eco de sus palabras resuena con la tragedia de su hermana Viridiana, quien falleció en un accidente, un hecho que unió a madre e hija en un dolor indescriptible. “Esa pérdida rompió mi matrimonio, pero también nos acercó”.
La complejidad de su vínculo se intensificó con la figura del exesposo de Pinal, Enrique Guzmán, quien, según los rumores, generó un clima de celos y malentendidos en la familia. “Mi mamá intentó mantenerme alejada de situaciones comprometedoras”, dice Pasquel, dejando entrever que los secretos familiares son un legado que a menudo se oculta bajo el brillo del éxito.
A pesar de la fama de su madre, Pasquel revela que la vida familiar estaba lejos de ser perfecta. “Las tensiones con mis hermanos y las luchas por su atención dejaron cicatrices que ni la fama pudo borrar”, agrega. En un mundo donde los escándalos y las tragedias se entrelazan, Pasquel reflexiona: “No importa cuánto brillo tenga una familia, las relaciones siempre son un reto”.
Con la pérdida reciente de Pinal, el legado de esta legendaria actriz queda enmarcado no solo por sus éxitos en la pantalla, sino también por las complejidades y heridas que la fama trajo consigo. La historia de Silvia y Silvia es un recordatorio de que, a pesar de la gloria, el amor y el dolor familiar son los verdaderos protagonistas.