La muerte de la icónica Silvia Pinal el 28 de noviembre de 2024 ha desatado un escándalo familiar que amenaza con convertir su legado en un campo de batalla. Aunque la diva dejó un testamento meticulosamente redactado para evitar disputas sobre su fortuna, valorada en 1000 millones de pesos, los rumores de desacuerdos entre sus hijos, Alejandra Guzmán, Frida Sofía y Silvia Pasquel, ya están en el aire.
La situación se complica tras la muerte de Tina Galindo, la encargada de gestionar la herencia, lo que ha generado tensiones sobre quién asumirá este delicado rol. Frida Sofía, a pesar de su distanciamiento con su madre, ha sido mencionada en el testamento, lo que ha desatado opiniones divididas. La mansión de Pinal en Jardines del Pedregal, valorada en 65 millones de pesos, y su imperio de 20 estacionamientos que generaban ingresos mensuales de 9 millones, son solo algunas de las propiedades que están en juego.
Las acusaciones entre los herederos no se han hecho esperar. Frida Sofía ha señalado a Luis Enrique Guzmán como un mantenido, mientras que rumores sobre un posible robo de bienes familiares han intensificado la tensión. Audios no confirmados sugieren complicaciones aún mayores, incluyendo la duda sobre la autenticidad del famoso retrato de Diego Rivera que adorna la mansión.
A medida que las emociones se disparan, la posibilidad de un conflicto legal se cierne sobre la familia Pinal. La pregunta que todos se hacen: ¿será posible que el deseo de Silvia de mantener la paz familiar prevalezca, o se repetirá la historia de otras dinastías artísticas marcadas por disputas? Con cada día que pasa, la incertidumbre crece, y el legado de una de las grandes figuras del espectáculo mexicano pende de un hilo.