La fiscalía ha desatado una conmoción en el país al revelar que investiga a al menos 150 policías por narcotráfico desde 2019, una cifra alarmante que pone en jaque la integridad de las fuerzas del orden. Según documentos a los que accedió El Comercio, la corrupción y el tráfico ilícito de drogas han penetrado incluso en la Dirección Antidrogas (Dirandro), la unidad élite encargada de combatir este flagelo.
Los casos son escalofriantes: agentes encubiertos que venden información confidencial a mafias y policías involucrados en la operación de laboratorios de drogas. En Lima y Callao, se han abierto 11 indagaciones, incluyendo una que involucra a Harold Enciso, un exagente de inteligencia que, según la fiscalía, filtraba datos sobre operativos antidrogas para facilitar el tráfico en el aeropuerto Jorge Chávez. Enciso, aunque sigue bajo investigación, continúa trabajando en la policía, lo que genera más inquietudes sobre la falta de control interno.
El escándalo se extiende a otros rincones del país. En octubre de 2021, un policía fue arrestado por operar un laboratorio de drogas en Ventanilla, donde se encontraron más de 26 kg de cocaína. Otro caso, protagonizado por el suboficial Cléders y Fuentes, involucró la incautación de 62 kg de cocaína en Los Olivos, aunque él logró escapar y sigue prófugo.
La situación es crítica, y expertos advierten que si no se implementan medidas efectivas para erradicar la corrupción, más casos de complicidad entre policías y narcotraficantes saldrán a la luz. El exviceministro de Seguridad Pública, Nicolás Ceballos, subrayó la necesidad urgente de fortalecer los mecanismos de control y prevenir la infiltración del narcotráfico en las fuerzas policiales. La sociedad exige respuestas y acciones contundentes ante este escándalo que amenaza la confianza en la seguridad pública.