**Ana María Polo Revela el Dolor de su Infancia a los 67 Años: Un Testimonio Impactante**

En un conmovedor giro de los acontecimientos, Ana María Polo, la icónica abogada y presentadora de *Caso Cerrado*, ha roto su silencio sobre las cicatrices invisibles de su infancia. A los 67 años, Polo revela los sufrimientos que marcaron su vida desde sus primeros años en una Cuba vibrante pero tumultuosa. En un desgarrador relato, la figura que ha defendido los derechos de los más vulnerables ante millones, comparte su historia de pérdida, exilio y resiliencia.

Desde su niñez, Ana María fue testigo de un cambio drástico en su entorno. Lo que una vez fue un hogar lleno de risas y amor se transformó en un lugar donde la incertidumbre y el miedo se apoderaron de las conversaciones familiares. A medida que la revolución cubana avanzaba, su familia se vio obligada a tomar la dolorosa decisión de abandonar su tierra natal. En una despedida marcada por la angustia y el silencio, Ana María dejó atrás su infancia, con la esperanza de un futuro incierto en un país desconocido.

Al llegar a Puerto Rico, la adaptación no fue fácil. La niña que había crecido en un entorno familiar se encontró aislada y diferente. Sin embargo, a pesar de los desafíos, su espíritu indomable comenzó a brillar. Con el tiempo, Ana María transformó su dolor en fortaleza, convirtiéndose en una defensora apasionada de aquellos que no tienen voz. Su historia es un poderoso recordatorio de que, a pesar de las adversidades, la resiliencia y la determinación pueden abrir caminos hacia un futuro mejor.

Hoy, Ana María Polo no solo es una figura mediática, sino un símbolo de esperanza y superación para millones. Su testimonio conmovedor nos invita a reflexionar sobre el impacto del exilio y la importancia de la justicia en la vida de aquellos que luchan por encontrar su lugar en el mundo. La historia de Ana María es un llamado urgente a la empatía y la acción, recordándonos que cada vida tiene una historia que merece ser escuchada.