La ciudad de Barcelona volvió a rendir homenaje a su ídolo eterno, Lionel Messi, con la inauguración de una imponente estatua que rápidamente se convirtió en lugar de peregrinación para miles de aficionados. La escultura, colocada en un mirador con vistas espectaculares al mar, muestra al astro argentino con la camiseta número 10, símbolo de su legado imborrable en el fútbol mundial.
Sin embargo, lo que más sorprendió no fue solo la majestuosidad de la obra, sino un detalle inesperado en la base del monumento. Allí, además de la inscripción dedicada al capitán, se reveló un mensaje especial que emocionó a los hinchas presentes, generando aplausos, cánticos y hasta lágrimas entre los seguidores.
“Messi no es solo un futbolista, es un símbolo de nuestra historia”, declaró uno de los aficionados conmovidos. El acto, que parecía una simple ceremonia, terminó convirtiéndose en un evento cargado de emoción y orgullo para toda la ciudad.