**Título: La diputada Leila Lemoine corta la entrevista tras un acalorado cruce en el Congreso**

En un explosivo intercambio que sacudió el recinto legislativo, la diputada Leila Lemoine interrumpió abruptamente una entrevista después de un intenso enfrentamiento verbal con su colega Lilia Cariñano. La tensión se desató cuando Cariñano acusó a Lemoine de “prostituta” en un ataque personal que encendió los ánimos. “¡Baja un cambio!”, gritó Lemoine, visiblemente afectada por las agresiones verbales.

La discusión se tornó aún más candente cuando Lemoine defendió su trayectoria política, afirmando que su ascenso no se debió a favores 𝓈ℯ𝓍uales, como sugirió Cariñano. “No soy prostituta, nunca lo fui”, enfatizó Lemoine, mientras la sala se llenaba de murmullos y aplausos de apoyo. La diputada, que se había presentado como una figura de cambio, expresó su frustración ante la falta de respeto y la cultura de ataques en la política argentina.

El intercambio se volvió un espectáculo mediático, con Lemoine cuestionando la preparación de sus colegas para ocupar cargos públicos. “¿Qué preparación tuviste para ser diputada?”, preguntó, desafiando la legitimidad de sus oponentes. En medio de la confrontación, la diputada Cariñano continuó lanzando insultos, lo que llevó a Lemoine a poner fin a la conversación, diciendo: “No quiero seguir hablando porque está viciado”.

Este incidente ha desatado un torrente de reacciones en las redes sociales, donde ciudadanos y analistas debaten sobre la creciente violencia verbal en la política argentina. La escena quedó grabada en video, evidenciando la polarización y la falta de civismo que reina en el Congreso. La pregunta ahora es: ¿qué consecuencias tendrá este escándalo para la credibilidad de los legisladores y el futuro de la política en el país? La tensión sigue palpable y el debate apenas comienza.